Caballos salvajes

María José Ramírez
2 min readJun 19, 2018

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L fue mi tercer embarazo. La primera vez que me embaracé le dije que no a la maternidad de manera rotunda. La segunda, le dije sí con una sonrisa que me salía más bien rara y que reflejaba todos mis temores y dudas. No estaba convencida. Tuve un aborto espontáneo en el baño de un restaurante. No me dolió perder esa posibilidad de ser mamá, tenía demasiado miedo. Lo que sí me dolió fue que un médico abusivo me convenciera de no acudir a un hospital a hacerme un legrado y me practicara en su consultorio un aspirado (para prevenir que quedaran restos del producto) sin nada de anestesia. Sentí que me moría. A veces creo que el dolor físico que viví esa media hora me cambió para siempre. Grité. La asistente del ginecólogo era su propia esposa, embarazada. Ella me escuchaba y lo miraba a él cada vez más inquieta. “¿Es normal que le duela tanto?”, le preguntó. Recuerdo que él hizo el gesto de quien la está cagando pero no se detiene.

Ninguna de la tres veces que me he embarazado lo he planeado. Siempre he sido muy cuidadosa, excepto cuando no y como dice mi mamá “a ti te miran y te embarazas”. Ahora uso el DIU, no se preocupen. Y si las miradas me embarazaran ya me habría arrancado los ojos.

La tercera vez, contra una realidad adversa (el papá de mi hija y yo ya habíamos terminado nuestra corta y tortuosa relación), mi primer pensamiento, literalmente, fue: “Quédate”. En medio de náuseas y cólicos atípicos todo dentro de mí decía que sí. Un sí salvaje e irracional, y tierno e incierto.

Nada ha sido más difícil en mi maternidad que lidiar con el padre de mi hija. Y la maternidad/paternidad es como una manada de caballos salvajes corriendo sobre el tiempo y la vida que antes creías tener.

Por eso no concibo que se nos imponga la maternidad. En un mundo profunda y sistemáticamente misógino que permea en la crianza, tenemos que ser legalmente autónomas para decidir convertirnos en mamás.

Dice L que su sueño siempre ha sido “ser un caballo salvaje”. Y ahí vamos las dos corriendo.

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